Día 1 - Un Intestino Largo

Vaya que un año de espera por este original concurso ha sido largo. Pero una vez llegadas las 8.00 p.m. del 31 de enero, la reacción inicial ante la primera asignación fue de total shock... Un in-tes-ti-no??? Y largo??? y vienen a la cabeza imágenes feas, horribles... Vienen a la cabeza versos de aquel poema de Pablo Neruda, "Walking Around":

  "Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio...". 

Cuando decido tomar el toro por los cuernos y, finalmente, perderle un poco de temor al reto (no le pierdo temor del todo), me decanto por un delicioso plato de chistorras y un chorizo. Pero, STOP, aún no me siento en la capacidad, por más que eso sean, de asociar un delicioso platillo que, por demás, me encanta, con la palabra INTESTINO así con todas sus crudas letras. Es así como decido asociar el concepto con la arquitectura que me rodea en mi lugar de trabajo. En principio, para armar mi hilo conductor alrededor del tema "Arquitectura". Chévere. Y en esa tarea de observar, me encuentro con un lugar que casi a diario transito, pero que poca atención le presto. El objeto central de mi foto número uno, con la cual doy inicio a mi participación en esta competencia, que es más una competencia conmigo misma y con mis ganas de mejorar el arte de "observar".