Día 3 - Un Pony Varonil

Tercer día. Parrrrtidaaaa, UN PONY VARONIL! WTF? Ya empezó el querido staff de Roberto Mata a fumarse las lumpias verdes poner la cosa complicada. Y como este reto se trata, también, de poner a prueba mi capacidad de ir más allá de los límites de mi gallez timidez para conseguier el resultado esperado, decido que voy a encarar al primer motorizado con una moto pequeña o scooter me encuentre. Ohh, sorpresa, pasa el día y no hay chance de abordar a ninguno de los apreciados especímenes, razón por la cual deeebo improvisaaar de nueeevo... Genial. En una casa en la cual se consiguen objetos que uno no sabe para qué son, hasta que los necesita, conseguí las piezas de un caballete. Digo conseguir las piezas porque el mismo yace desarmado, dado que mi fuerte nunca ha sido el arte a mano alzada sino a obturador presionado. Mención especial merece mi abuelita, quien se encaramó en un taburete subió a un banquito a buscar la pieza del caballete que faltaba, la cual estaba guardada en el fondo del armario de Narnia de uno de los clósets. Hay que verle la cara a esa fuerte señora de 82 años, subiendo cual nena a buscar la cosa. Una vez armado el armatoste e iniciada la sesión fotográfica, descubro que las fotos son un merengue sin letra desalmadas. Nada transmiten. Razón por la cual decido cancharle montar un cuadro en el caballete, más bien un papiro, con una representación del Rey Tutankamón: un joven, un pequeñín... Un pony, pues... Bastante varonil el pana amigo.